Históricamente, las ecografías 2D eran aquellas en las que se veía una imagen plana de dos dimensiones, en alto y el largo. Posteriormente surgieron las ecografías 3D, en las que ya se podía mostrar la figura del bebé en las 3 dimensiones del espacio.
Las ecografías 4D, se añadió el tiempo, por lo que podíamos ver un vídeo del bebé en 3 dimensiones en movimiento.
La ecografía 5D en realidad es la imagen mejorada de la ecografía 4D. Las imágenes que se obtienen son de mayor resolución y mayor nitidez resultando en un aspecto más real de la cara del bebé en comparación con la ecografía 4D.
La ecografía 6D es la ecografía con más precisión que se realiza en la actualidad. Cuenta con una mayor iluminación (luz artificial y virtual) para poder ver las imágenes con más nitidez y claridad. Cabe destacar también por su gran función diagnóstica.
